Los científicos han desarrollado con éxito una computadora cuántica capaz de funcionar a temperatura ambiente, marcando un paso significativo hacia la computación cuántica escalable y en red. El sistema, llamado Aurora, está diseñado para funcionar utilizando módulos interconectados, eliminando la necesidad de enfriamiento extremo, que ha sido un obstáculo importante en la computación cuántica. La tecnología aprovecha los qubits fotónicos, que usan la luz en lugar de los qubits superconductores tradicionales que requieren temperaturas cero casi absolutas. Este avance podría allanar el camino para los centros de datos cuánticos a gran escala y los mecanismos de corrección de errores más confiables, según lo informado por varias fuentes.
Hallazgos del estudio
Según el estudio publicado en Nature, Aurora, creado por Xanadu, es la primera computadora cuántica fotónica construida para operar a escala utilizando múltiples procesadores vinculados a través de cables de fibra óptica. Esta estructura permite una mayor tolerancia a fallas y corrección de errores, desafíos clave en la computación cuántica.
Según lo informado por Live Science, Christian Weedbrook, fundador y CEO de Xanadu, el enfoque está en mejorar la corrección de errores y la escalabilidad. Dijo en un comunicado de prensa que superar estos obstáculos es esencial para la computación cuántica práctica.
Las computadoras cuánticas tradicionales dependen de los qubits superconductores, que generan calor al procesar datos. Esto requiere sistemas de enfriamiento complejos, aumentar los costos operativos y limitar la accesibilidad. El estudio destaca que al usar qubits fotónicos en su lugar, Aurora puede integrarse con las redes de fibra óptica existentes, ofreciendo una alternativa más escalable y eficiente en energía.
Los expertos de la industria pesan
Darran Milne, un experto en teoría de la información cuántica y CEO de Vividq, comentó sobre el desarrollo, afirmando que romper las computadoras cuánticas en unidades más pequeñas e interconectadas puede mejorar la corrección de errores. Señaló que si bien este enfoque modular podría simplificar la informática, se ha visto si reducirá efectivamente los errores o introducirá nuevos desafíos.
El sistema utiliza 35 chips fotónicos conectados a través de 13 kilómetros de cables de fibra óptica, aprovechando las tecnologías existentes de Xanadu, como el procesador cuántico X8 y la computadora cuántica de Borealis.
Perspectivas y desafíos futuros
Las aplicaciones potenciales para Aurora incluyen simular estructuras moleculares para el desarrollo de fármacos y mejorar la comunicación segura a través de la criptografía cuántica. Los científicos de Xanadu ahora se están enfocando en minimizar la pérdida de señal óptica en las conexiones de fibra óptica para refinar aún más la tecnología.