El presidente Gustavo Petro ha emitido un decreto que reconoce a los pueblos indígenas como autoridades ambientales en sus territorios. Esta decisión se produce cuando Colombia se prepara para organizar la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre la biodiversidad del 21 de octubre al 1 de noviembre, una cumbre fundamental que ha aumentado las expectativas de la acción sobre cuestiones ambientales.
Las organizaciones indígenas en Colombia han abogado durante mucho tiempo para la formalización de entidades territoriales ordenadas por la Constitución de 1991. Estas entidades están diseñadas para proporcionar autonomía política, legal y administrativa a las comunidades indígenas, similares a las estructuras de gobierno en más de 1.100 municipios y 32 departamentos en todo el país. Se espera que la autoridad recientemente reconocida empodere a 115 comunidades indígenas para administrar sus recursos naturales y proteger el Amazonas, que cubre el 44% de la superficie territorial de Colombia.
“El decreto define a las autoridades indígenas como autoridades ambientales para sus poblaciones y territorios”, dijo la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad. “Estas comunidades ejercerán gobernanza en función de su conocimiento y prácticas ancestrales”.
Según el decreto, los pueblos indígenas tendrán soberanía sobre sus tierras, permitiéndoles formular reglas para la gestión y la conservación de sus ecosistemas, planificar presupuestos y tomar decisiones con respecto al uso de la tierra. Sin embargo, los detalles de cómo se ejercerán estos poderes siguen sin estar claros.
Los críticos del decreto, incluidas varias organizaciones de agricultores, han expresado preocupaciones sobre lo que constituye un límite territorial, por temor a las posibles restricciones al uso de recursos naturales esenciales como el agua. Las agencias departamentales que supervisan los esfuerzos de conservación argumentan que sin definiciones claras, la gobernanza indígena podría chocar con proyectos dirigidos por la comunidad, desde la agricultura hasta el ecoturismo.
El presidente Petro enfatizó la importancia del Decreto 1275 de 2024 al abordar las injusticias históricas que enfrentan los pueblos indígenas. “Nadie sabe mejor que las comunidades indígenas cómo lograr un equilibrio entre la humanidad y la naturaleza”, dijo en un comunicado en las redes sociales. “Hoy, reafirmamos sus derechos al firmar este decreto, que reconoce su papel como custodios del medio ambiente”.
La constitución colombiana reconoce la rica diversidad étnica y cultural del país, con al menos 115 grupos indígenas y más de 65 idiomas nativos. Sin embargo, a pesar de las disposiciones constitucionales para establecer entidades territoriales indígenas, han pasado más de tres décadas sin progresos significativos. El Tribunal Constitucional había criticado previamente este retraso, declarándolo inconstitucional.
En 2023, el Tribunal Superior emitió una decisión enfatizando la necesidad de una acción rápida para formalizar entidades indígenas, declarando: “No hay una razón constitucional válida para el retraso continuo”. En ausencia de una legislación integral, el gobierno del ex presidente Juan Manuel Santos emitió un decreto temporal en 2018 destinado a reconocer el papel de las autoridades ancestrales en áreas no municipalizadas.
El decreto 1275 faculta a las comunidades indígenas a desempeñar un papel vital en la conservación de la biodiversidad en un momento en que el Amazon se enfrenta a amenazas sin precedentes de la deforestación y el cambio climático. Esta vasta región, que incluye la cuenca Orinoco, es el hogar de algunos de los ecosistemas más diversos del mundo y es crucial para la estabilidad climática global.
A medida que se acerca la COP16, los representantes indígenas esperan que la Conferencia de la ONU atraiga la atención internacional a sus luchas y resalte la importancia de su conocimiento ecológico tradicional para abordar los desafíos ambientales. “Esta es una oportunidad única para que el mundo reconozca los derechos y el conocimiento de los pueblos indígenas”, dijo un líder indígena durante la presentación del decreto el martes. “Representa un reconocimiento tan esperado de nuestros derechos”.
Mientras Colombia se prepara para los expertos en conservación y las partes interesadas en la agenda del cambio climático, la COP16 puede determinar el futuro de las comunidades indígenas y su capacidad para dar forma a la política ambiental tanto en el hogar como a nivel mundial. La conferencia también sirve como una plataforma para el diálogo entre funcionarios gubernamentales, científicos y líderes indígenas, para crear una hoja de ruta para los objetivos de desarrollo sostenible.